Miguel Ángel Miquel Serrano, director de producción de Molino del Genil: “Las ayudas del CDTI y los fondos FEDER nos han permitido dar un salto tecnológico para reforzar nuestra competitividad e internacionalización en el mercado del aceite de oliva"

Nacida en 2006 en un enclave estratégico entre Sevilla y Córdoba, Molino del Genil surgió como respuesta a la necesidad de contar con una almazara moderna que diera salida a la creciente producción de aceituna de la zona. Desde entonces, ha mantenido un camino de inversión continua en instalaciones de última generación, consolidándose como un socio clave para los agricultores locales y como un actor relevante en los mercados internacionales del aceite de oliva virgen extra.

“Desde el principio nuestra prioridad fue ofrecer un servicio de calidad y diferenciado a los agricultores”, recuerda Miguel Ángel Miquel Serrano, director de producción de la compañía. “Hoy podemos decir que esa apuesta nos ha llevado a contar con clientes en España, Italia, Francia, Portugal y Estados Unidos, y a exportar ya más de una tercera parte de nuestras ventas”.

La estructura accionarial de Molino del Genil conserva su esencia familiar —con la familia Martínez-Sagrera como socio mayoritario— y se complementa con la participación de empresas agroalimentarias y otros inversores estratégicos. La plantilla está formada por 51 trabajadores, con un equipo técnico y de laboratorio cualificado que refuerza la orientación innovadora de la empresa.

Inversión para crecer en capacidad y calidad

La compañía se encuentra ahora inmersa en el proyecto centrado en nuevas inversiones para incrementar la capacidad productiva y de calidad en almazara de aceite de oliva, una iniciativa que responde a una necesidad estratégica: ampliar las instalaciones para evitar la saturación de la molturación y garantizar la excelencia del producto.

“Habíamos alcanzado un punto en el que la capacidad existente estaba al límite y corríamos el riesgo de perder calidad por acumulación de aceituna”, explica Miquel Serrano. “El proyecto nos permite modernizar procesos, incorporar equipos más eficientes y dar un salto importante tanto en capacidad como en calidad”.

Entre las innovaciones más destacadas figura la implantación del sistema OliveFRESH, que conserva la aceituna a 14 °C antes de molturarla. “Este sistema nos da un margen fundamental para mantener la fruta en condiciones óptimas y obtener un aceite de oliva virgen extra de mayor calidad”, subraya el director financiero.

La iniciativa, que cuenta con el respaldo de CDTI Innovación y fondos europeos FEDER, es clave para afrontar esta transformación. “Gracias a estas ayudas hemos podido acometer inversiones que de otro modo serían muy difíciles para una pyme como la nuestra. No solo aceleran la incorporación de nuevas tecnologías, sino que también refuerzan la credibilidad de la empresa y su posicionamiento internacional”, apunta.

Instalaciones de Molino de Genil

Impacto socioeconómico en el territorio

Más allá del crecimiento de la propia compañía, el proyecto tiene un marcado impacto regional. “Va a generar empleo directo e indirecto, dinamizar a las pymes proveedoras y contribuir a reducir el desempleo en Écija, que es uno de nuestros grandes compromisos como empresa local”, explica Miquel Serrano.

La almazara trabaja en estrecha colaboración con los agricultores de la zona, que también se beneficiarán del proyecto. “Al contar con mayor capacidad y procesos más ágiles, reducimos los tiempos de descarga y logramos un aceite de mejor calidad. Eso repercute directamente en ellos y fortalece nuestra relación a largo plazo”, añade.

En el plano sectorial, la inversión refuerza el papel de Écija y de Andalucía como motores del olivar español. “El aceite de oliva es uno de los productos más emblemáticos de nuestra economía. Con estas mejoras damos un paso más para consolidar a España como líder internacional en calidad y competitividad”, afirma.

Innovación al servicio de la sostenibilidad 

Aunque Molino del Genil no cuenta con un departamento formal de I+D, sí desarrolla proyectos innovadores en colaboración con universidades y centros tecnológicos. Uno de los más recientes, apoyado también por CDTI con una ayuda de más de 621.000 euros, se centró en el desarrollo de biocidas naturales a partir del olivar, en línea con las tendencias de sostenibilidad y reducción de fitosanitarios.

El nuevo proyecto de inversión no es una excepción: integra criterios de sostenibilidad ambiental en todas sus fases. Incluye equipos energéticamente más eficientes, reducción del consumo de agua, aprovechamiento de materiales reciclables, minimización de residuos y una notable reducción de la contaminación acústica.

“La sostenibilidad es inseparable de nuestro negocio”, sostiene Miquel Serrano. “Un aceite de oliva de calidad no puede lograrse sin respeto al entorno. Y la tecnología es la herramienta que nos permite hacerlo posible”.

El director de producción insiste en que el respaldo de CDTI Innovación y de los fondos FEDER también tiene una dimensión social: “Este tipo de financiación fomenta la creación de empleo, la transferencia tecnológica y aporta beneficios tangibles para la sociedad, ligados a la sostenibilidad y a la calidad alimentaria”.

Retos y proyección internacional

La implantación del proyecto plantea desafíos técnicos relevantes, como alcanzar los niveles de producción y calidad previstos o integrar correctamente los nuevos equipos. “Estamos trabajando con proveedores de confianza y con una planificación técnica rigurosa para garantizar que todo funcione como esperamos”, explica.

De cara al futuro, la estrategia de Molino del Genil pasa por reforzar su presencia en los mercados internacionales, donde el aceite español se valora cada vez más como un producto de alto valor añadido. “Queremos consolidarnos en la Unión Europea y Estados Unidos, pero también abrirnos a mercados premium que buscan aceites de la máxima calidad a precios competitivos”, afirma.

Vista de las instalaciones de Molino de Genil

Una almazara de referencia en cinco años

La visión de la empresa es clara: convertirse en una almazara de referencia internacional en el plazo de cinco años. Para ello, prevén contar con procesos altamente automatizados, una mayor capacidad productiva y aceites de calidad diferenciada.

“El objetivo es ser reconocidos como un modelo de excelencia, tanto por los agricultores locales como por los clientes internacionales”, resume Miquel Serrano. “Gracias a la innovación, a la sostenibilidad y al apoyo de programas como los del CDTI y los fondos FEDER, podemos mirar al futuro con ambición y con la certeza de que estamos construyendo un proyecto sólido para nuestra región y para todo el sector del aceite de oliva”.

CDTI Innovación

El Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, CDTI E.P.E. es una empresa pública dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, cuyo objetivo es la promoción de la innovación tecnológica en el ámbito empresarial. La misión del CDTI es conseguir que el tejido empresarial español genere y transforme el conocimiento científico-técnico en crecimiento globalmente competitivo, sostenible e inclusivo. En 2024, en el marco de un nuevo plan estratégico, el CDTI proporcionó más de 2.300 millones de euros de apoyo a empresas y startups españolas.

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