Manuel Avello, cofundador de Bcas: “El respaldo del CDTI Innovación y los fondos FEDER ha impulsado un 'scoring' alternativo que fomenta la inclusión financiera de los estudiantes”

Bcas nació en 2021 con una misión tan específica como ambiciosa: eliminar las barreras económicas que impiden a miles de estudiantes acceder a educación postobligatoria de calidad. Su visión, explica Manuel Avello, cofundador de la compañía, surge de una constatación sencilla pero contundente: “En España, la educación postobligatoria no es gratuita y muchos jóvenes con talento quedan fuera porque no pueden pagar un curso por adelantado. Vimos que los bootcamps tecnológicos tenían altísima empleabilidad, pero los estudiantes no podían financiarlos y los bancos no ofrecían ninguna solución para perfiles sin historial crediticio”.

Desde esa premisa, Bcas se propuso construir una plataforma de servicios financieros diseñada específicamente para educación. El Acuerdo de Ingresos Compartidos (ISA por sus siglas en inglés) permite que los estudiantes se formen sin pagar nada por adelantado, devolviendo solo si encuentran empleo y superan un umbral salarial mínimo. “Es un modelo que alinea totalmente los incentivos: si el estudiante no prospera, nosotros tampoco. Y si le va bien, paga de manera proporcional a sus ingresos reales. Es una financiación vinculada al éxito profesional, no al riesgo crediticio tradicional”, explica Avello.

Con 25 empleados —ocho de ellos dedicados exclusivamente a I+D— la empresa opera bajo un modelo B2B2C: sus clientes directos son las escuelas, que canalizan y derivan a estudiantes que necesitan financiación. En España colaboran con instituciones educativas de referencia en formación técnica, entre ellas La Escuela Internacional de Posgrado, Evolve o Ironhack. En Alemania, su principal socio es Tomorrow University, una institución centrada en tecnología, innovación y sostenibilidad. La expansión internacional es todavía incipiente, pero el objetivo es consolidar el modelo en la UE. “Nuestra presencia fuera de España está en fase inicial pero Alemania crece muy bien y estamos explorando Portugal y Francia”, afirma.

En estos años, Bcas ha desarrollado dos capacidades tecnológicas diferenciales: un sistema de scoring (puntuación) alternativo (Kosmos) que predice empleabilidad futura en lugar de solvencia pasada y un sistema de recobro basado en ingresos reales que se activa exclusivamente cuando el estudiante supera un salario mínimo. Ese enfoque de innovación aplicada ha llevado a la empresa a poner en marcha KOSMOS 2.0, un proyecto apoyado por el CDTI Innovación y cofinanciado con fondos europeos FEDER, orientado a profundizar en la construcción de un motor de evaluación predictiva para estudiantes sin historial financiero. Este respaldo institucional ha sido clave para “incorporar recursos especializados, entrenar modelos con más y mejores datos e integrar nuevas variables que han aumentado la precisión del sistema”.

Evaluar el potencial, no el pasado financiero

El proyecto KOSMOS 2.0 responde a una necesidad muy concreta: desarrollar un método fiable para evaluar a estudiantes que no cuentan con historial crediticio pero sí con potencial real de empleabilidad futura. Según Avello, este es uno de los grandes vacíos del sistema financiero actual. “La banca tradicional no puede evaluar a estos perfiles porque se basa en el pasado: historial crediticio, estabilidad laboral, niveles de endeudamiento, etcétera. Ninguna de esas variables existe para un joven que está empezando su carrera profesional. Y eso excluye de facto a miles de personas con talento.”

Para Bcas, la clave no es analizar la solvencia pasada, sino la empleabilidad futura. Por ello, KOSMOS 2.0 busca superar tres barreras estructurales: la falta de acceso a financiación por ausencia de datos financieros, la injusticia derivada de criterios clásicos que penalizan a jóvenes sin trayectoria laboral y la dependencia de procesos lentos, manuales y subjetivos que dificultan una evaluación precisa y escalable.

El sistema combina variables educativas, laborales y de soft skills (habilidades blandas) con información sobre la empleabilidad del sector formativo. El objetivo es construir un modelo holístico capaz de predecir quién tiene altas probabilidades de encontrar empleo tras un curso intensivo o un programa técnico. “Lo diferencial es que nuestro scoring se pregunta qué puede llegar a ser un estudiante, no qué ha sido hasta hoy. Medimos potencial, no pasado”, resume el cofundador.

Esta orientación innovadora —evaluar potencial en vez de solvencia previa— es precisamente el tipo de reto tecnológico que, según Avello, no se habría podido abordar con recursos internos sin el apoyo del CDTI y de los fondos FEDER. “Sin esta ayuda, habríamos tardado el doble y el proyecto tendría menor profundidad técnica”, destaca.

Software de Bcas

Tecnología avanzada para un ‘scoring’ alternativo

KOSMOS 2.0 implica poner a prueba tecnologías avanzadas de análisis y predicción. El proyecto utiliza modelos de machine learning entrenados y gestionados con AWS SageMaker, con técnicas de regularización y validación orientadas a aumentar la precisión del sistema. También desarrolla transformaciones complejas sobre datos estructurados procedentes de vida laboral, niveles educativos y formularios de habilidades blandas, con el fin de generar variables predictivas que la banca no contempla.

Otro de los pilares son los flujos de trabajo de decisión dinámicos, que permiten ajustar los criterios de evaluación en tiempo real según el tipo de producto de financiación, la formación concreta o el país. “Queremos un sistema vivo, que aprenda y se optimice solo. Que pueda adaptarse a cada mercado o escuela sin necesidad de rehacer el modelo entero”, explica Avello.

Además, el proyecto incluye la validación de integraciones con fuentes externas, como burós de crédito cuando aplican, para enriquecer el modelo y evitar falsos positivos. En otros países, esa integración dependerá de la infraestructura disponible. “Cada mercado tiene sistemas distintos y uno de nuestros mayores retos es adaptar el modelo a esas diferencias sin perder consistencia técnica”, añade.

Este salto de complejidad técnica —que exige más datos, más experimentación y mayor sofisticación de modelos— ha sido posible, en palabras de Avello, porque la financiación europea reduce barreras de entrada para crear tecnología propia, especialmente en sectores donde la innovación es esencial. “Gracias a ello, soluciones como nuestro scoring alternativo llegan al mercado antes y benefician a colectivos que, de otro modo, quedarían excluidos.”

El reto de predecir la empleabilidad 

El principal desafío del proyecto es, paradójicamente, la esencia que lo motiva: predecir empleabilidad futura con información parcial, heterogénea y, a menudo, incompleta. La mayoría de los estudiantes tienen trayectorias laborales cortas o inexistentes, y provienen de formaciones muy diversas. “Es difícil construir un modelo robusto cuando los datos tradicionales del sector financiero simplemente no existen. Por eso necesitamos variables alternativas y una infraestructura que nos permita evaluarlas correctamente”, afirma Avello.

Las diferencias entre países añaden complejidad: la disponibilidad de datos, los marcos regulatorios y los sistemas oficiales no son homogéneos. Sin embargo, la empresa ha optado por diseñar un sistema modular, capaz de integrarse con fuentes distintas o funcionar con aproximaciones alternativas cuando los datos oficiales no están disponibles.

Una solución diferencial frente a competidores

El rasgo diferencial del sistema de puntuación de Bcas es su foco en la inclusión financiera basada en el potencial de empleabilidad. Frente a los modelos tradicionales, que consideran únicamente variables crediticias, el enfoque de la empresa evalúa al estudiante desde una perspectiva integral. “Nuestro scoring está alineado con el éxito del alumno. Solo cobramos si encuentra empleo y supera el umbral salarial de 1.416 euros al mes. Eso nos obliga a ser muy precisos, porque si nos equivocamos, no ingresamos nada.”

Este planteamiento contrasta con lo que ofrecen los competidores internacionales en crédito al consumo. Según Avello, “ninguno se orienta realmente al potencial del estudiante. O bien aplican criterios estrictamente financieros, o bien evalúan riesgos de forma muy superficial. Nosotros vamos al detalle: qué estudia, qué demanda tiene ese sector, qué experiencia tiene, qué habilidades muestra y qué probabilidad real tiene de trabajar después”.

Equipo de trabajo de Bcas

Estrategia comercial y expansión internacional

El crecimiento de Bcas se apoya en un sistema escalable basado en centros formativos como canal principal. Después de firmar un acuerdo con una escuela, esta deriva de forma recurrente a los estudiantes que necesitan financiación, lo cual permite un crecimiento orgánico con bajo coste comercial. “Cada centro es un nodo. Cuando uno empieza a trabajar con nosotros, se convierte en un flujo estable de estudiantes. Es un modelo que escala muy bien”, señala Avello.

La estrategia de expansión se centra en España y Europa, con especial énfasis en sectores con alta empleabilidad: tecnología, ciberseguridad, FP industrial o energías renovables. Aunque América Latina es un mercado con potencial, la hoja de ruta actual prioriza países europeos donde existan garantías del Fondo Europeo de Inversiones, como sucede ya en Alemania. “No queremos entrar en mercados para los que aún no estamos preparados operativamente. Europa es donde podemos replicar nuestro modelo con mayor seguridad”, afirma.

Impacto social y económico

Las expectativas de impacto para los próximos cinco años son claras. En el ámbito social, la empresa estima que miles de estudiantes podrán acceder a educación de calidad gracias al scoring alternativo desarrollado en este proyecto. “Esto contribuye a reducir la desigualdad de verdad. El acceso a la formación dejará de depender de la renta familiar y pasará a depender del talento y del esfuerzo”, sostiene Avello.

En el plano económico, Bcas aspira a convertirse en el principal financiador educativo de Europa. La mejora en la precisión del scoring será vital para expandir el número de centros, reducir riesgo y entrar en verticales como Formación Profesional y educación reglada. “Si analizamos bien la empleabilidad futura, podemos financiar más estudiantes con menor riesgo. Esa es la base para escalar de forma sostenible”, afirma.

Y en este punto, Avello subraya la dimensión estructural del apoyo público: “Gracias a esta ayuda podemos financiar a estudiantes que los bancos no atenderían. Esto tiene efectos reales en movilidad social, en productividad futura y en competitividad del país”.

CDTI Innovación

El Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, CDTI E.P.E. es la agencia de innovación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, cuyo objetivo es la promoción de la innovación tecnológica en el ámbito empresarial. La misión del CDTI es conseguir que el tejido empresarial español genere y transforme el conocimiento científico-técnico en crecimiento globalmente competitivo, sostenible e inclusivo. En 2024, en el marco de un nuevo plan estratégico, el CDTI proporcionó más de 2.300 millones de euros de apoyo a empresas y startups españolas.

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