Teo Redondo, director de Innovación de Aunoa: “La financiación del CDTI Innovación y los fondos FEDER nos permite sumarnos a consorcios internacionales y abrir mercados con proyectos de gran escala como SafeRoute-6G”
Aunoa Software apuesta por la innovación en inteligencia artificial aplicada a la movilidad conectada con SafeRoute-6G, un proyecto que busca mejorar la seguridad vial mediante tecnología 6G. La iniciativa, apoyada por el CDTI Innovación y fondos europeos FEDER, sitúa a la empresa valenciana como único socio español en un consorcio internacional de 26 organizaciones, reforzando su proyección tecnológica y global
Aunoa Software nació en 2019 como una empresa que apostaba por un planteamiento poco habitual en el entorno del software conversacional: desarrollar íntegramente su propia tecnología, sin recurrir a modelos externos y mantener un núcleo de I+D potente como eje de crecimiento. Cinco años después, la compañía valenciana se ha consolidado en el sector de la inteligencia artificial, especialmente en NLP, y forma parte de consorcios tecnológicos multinacionales en áreas tan estratégicas como la seguridad de redes, la resiliencia digital y la movilidad conectada. Entre estos proyectos destaca SafeRoute-6G, una iniciativa del programa Eureka Celtic-Next en la que Aunoa es el único socio español y donde aportará su experiencia en IA para mejorar la seguridad vial de las infraestructuras del futuro.
Teo Redondo, director de Innovación de la empresa, explica que “Aunoa siempre ha tenido claro que nuestra fortaleza competitiva dependía de la investigación continua, incluso antes de que el mercado empezara a mirar hacia la IA con la intensidad actual. Desde 2019 sabíamos que queríamos construir modelos propios, especialmente para español y lenguas cooficiales, porque era un vacío evidente en el ecosistema tecnológico europeo”. Esa apuesta temprana permitió a la compañía consolidarse con rapidez. Encontraron mercado incluso en 2020, “un año que comercialmente fue dramático para muchas empresas del sector”, y a partir de ahí la estructura de clientes creció en España y en Latinoamérica gracias a soluciones conversacionales capaces de operar en múltiples idiomas y contextos.
Aunoa trabaja hoy con clientes en sectores tan diversos como la logística (GLS), el ciclo integral del agua y la energía (Global Omnium), la gestión medioambiental y reciclaje (Ecoembes), el retail y el comercio electrónico (Druni), las entidades financieras (Caja Rural), las telecomunicaciones (Movistar México) o las administraciones públicas, con ayuntamientos como los de Valencia, Oviedo o Cartagena. Su cartera internacional representa ya más del 30% de la facturación. En la actualidad, la empresa supera el millón de euros anuales de volumen de negocio, una cifra que ha ido acompañada de su decisión de seguir generando tecnología propia.
La evolución continuó con fuerza hasta 2025, año en el que la empresa creó un departamento específico de innovación que hoy cuenta con cuatro investigadores —con previsión de duplicarse en 2026— e intensificó su participación en proyectos de alto impacto tecnológico. Ese crecimiento ha sido posible gracias a una estrategia firme: destinar entre el 10% y el 18% de su facturación anual a actividades de I+D, un esfuerzo excepcional para una empresa de su tamaño y que refleja su visión a largo plazo. Es en ese contexto donde se enmarca SafeRoute-6G, probablemente uno de los retos científicos y operativos más ambiciosos a los que se ha enfrentado la compañía.
Anticiparse a la movilidad del futuro
“El objetivo global de SafeRoute-6G es mejorar la infraestructura y los servicios de seguridad vial mediante tecnología 6G”, resume Redondo. La visión del proyecto parte de una realidad inexorable: la aparición de vehículos conectados, autónomos y cada vez más dependientes de datos en tiempo real. Todos ellos necesitan infraestructuras inteligentes capaces de interactuar de inmediato con sensores, cámaras, radares, sistemas de comunicaciones y plataformas de gestión urbana.
“La industria de automoción avanza hacia vehículos autónomos de todo tipo y tamaño, y eso exige una infraestructura tecnológica —terrestre y satelital— capaz de responder en condiciones climatológicas complicadas o escenarios de tráfico de alta densidad”, explica. En ese punto, el salto hacia tecnologías 6G cobra sentido: mayor ancho de banda, menor latencia y capacidad para integrar información multimodal procedente de fuentes muy diversas.
SafeRoute-6G se desarrollará entre 2024 y 2027 con un presupuesto total cercano a 8 millones de euros, de los que Aunoa ejecuta 285.000 euros. El consorcio está formado por 26 organizaciones de países como Austria, Finlandia, Luxemburgo, Reino Unido, Canadá, Corea del Sur, Turquía y España. “Somos el único participante español, y ese rol tiene un peso simbólico y técnico importante”, subraya Teo Redondo.
Tecnologías que aún son prototipo
El proyecto probará tecnologías de comunicaciones inalámbricas 6G que, hoy en día, todavía están lejos de su fase comercial. También se integrarán sistemas cooperativos de transporte inteligente (C-ITS), herramientas de realidad virtual y aumentada ligadas a gemelos digitales, así como métodos de detección y prevención de ciberamenazas.
“Aunoa contribuirá con algoritmos avanzados de IA y validará tecnologías en tres pilotos centrados en técnicas de ciberseguridad”, detalla el director de Innovación. Estos pilotos permitirán evaluar cómo la IA puede anticiparse a posibles incidentes, identificar patrones de riesgo y ofrecer respuestas automáticas en tiempo real.
La complejidad técnica es significativa. “No hay un solo reto, sino una combinación de ellos, porque el nivel de madurez de las tecnologías implicadas varía enormemente”, reconoce Redondo. Muchos sistemas de seguridad vial actuales se apoyan en modelos clásicos de machine learning que son efectivos, pero insuficientes. “Son modelos reactivos, basados en monitorización periódica, sin capacidad predictiva real y con dificultad para gestionar datos no estructurados, visuales o multimodales”.
La revolución viene con los modelos multimodales capaces de analizar simultáneamente texto, imágenes, datos LiDAR, señales radar o información de sensores avanzados. “Un agente inteligente puede integrar en tiempo real las condiciones meteorológicas, imágenes de cámaras de tráfico, datos de vehículos y señales de radar para tener una visión completa de la situación, algo esencial cuando el entorno se complica por nieve, niebla o lluvias intensas”.
Una colaboración internacional estratégica
SafeRoute-6G reúne a compañías y centros tecnológicos de ocho países, un reto organizativo y científico. Redondo matiza que, aunque la coordinación es compleja, existe una experiencia previa sólida entre los participantes: “Buena parte de las premisas del proyecto provienen de carencias identificadas en proyectos anteriores, lo que permitió estructurar un consorcio equilibrado y muy complementario”.
Dentro del proyecto, Aunoa lidera el paquete de trabajo dedicado a recopilar información de los 12 test sites distribuidos en diferentes países. Estos escenarios reales permitirán validar los desarrollos e integrar las tecnologías aplicadas. “Es un paquete de trabajo fundamental, porque de él dependen los pilotos y los casos de uso finales”, explica Redondo.
La participación en programas internacionales es algo habitual para la empresa y forma parte de su estrategia de crecimiento. “Nuestro equipo tiene experiencia amplia en proyectos de innovación financiados por el CDTI Innovación y por programas internacionales. Eso facilita mucho la interlocución y la gestión técnica”.

Reunión de seguimiento del proyecto SafeRoute-6G – Oxford, noviembre 2025
Eficiencia energética y sostenibilidad
Aunque la seguridad vial es la finalidad principal del proyecto, SafeRoute-6G incorpora un fuerte componente de sostenibilidad energética. Algunos sensores de los pilotos incluyen placas base y chips de última generación con consumos muy reducidos. “Hay dispositivos cuya batería está diseñada para durar más de 10 años, y parte de las antenas previstas funcionan con consumos ultrabajos que permiten alimentarlas con pequeñas placas solares”.
Además de reducir necesidades energéticas, el proyecto contempla el uso de comunicaciones satelitales, lo que disminuye materiales de cableado y evita sobrecargas en redes terrestres. “La sostenibilidad no es un añadido, es una condición integrada desde la fase de diseño”, subraya.
La investigación necesita inversión
Las iniciativas de investigación de esta escala requieren una inversión significativa y un ecosistema financiero que permita asumir riesgos tecnológicos elevados. “CDTI Innovación es el agente financiador para el programa Eureka Celtic-Next, en este caso mediante fondos europeos FEDER. Para Aunoa Software esta ayuda facilita abordar áreas de desarrollo que no habíamos podido considerar hasta ahora, y sin ese apoyo probablemente no podríamos haber entrado en un proyecto de esta envergadura”, expresa Redondo.
El director de Innovación añade que estas ayudas son esenciales para empresas intensamente innovadoras: “La financiación tradicional es muy difícil para proyectos tan disruptivos. La financiación europea nos permite participar en consorcios internacionales, abrir nuevos mercados y conectar con socios —como los de Turquía o Corea del Sur— con los que habría sido imposible colaborar de otra forma”.
En busca de soberanía tecnológica
El proyecto SafeRoute-6G no es un caso aislado en la estrategia de Aunoa. La empresa forma parte de otros proyectos europeos y nacionales que buscan avanzar en IA multimodal, resiliencia digital o modelos de lenguaje entrenados en infraestructura propia. La soberanía tecnológica es un eje central.
“Creemos que Europa necesita independencia tecnológica real, desde los modelos de lenguaje hasta las infraestructuras de computación. Y nuestra línea de investigación va en esa dirección: modelos multimodales, agentes inteligentes, IA neuro-simbólica, robótica aplicada y, por supuesto, técnicas de reentrenamiento eficientes que reduzcan consumo energético”.
Esa visión también se refleja en ZAHARA, SUSTAINET_guardian o los proyectos del IVACE, donde Aunoa trabaja en modelos más eficientes, más seguros y menos dependientes de plataformas externas.
Proyección internacional y próximos pasos
La empresa exporta ya el 32% de sus ventas, especialmente en Latinoamérica, y mantiene negociaciones en Canadá, Egipto y Emiratos Árabes Unidos. Redondo explica que la proyección internacional se ha visto reforzada precisamente por su participación en proyectos como SafeRoute-6G. “Te abre puertas, te posiciona en tecnologías de frontera y te conecta con ecosistemas muy diferentes. Para una empresa española de IA, esa oportunidad es extraordinaria”.
Respecto a los próximos años, Aunoa continuará creciendo con un modelo que combina negocio y ciencia aplicada. “La IA está avanzando muy rápido y sabemos que tenemos que movernos igual de rápido”, concluye Redondo. “SafeRoute-6G es una pieza clave de esa estrategia, porque nos obliga a trabajar en el límite de lo que hoy es posible y nos prepara para lo que vendrá mañana”.
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El Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, CDTI E.P.E. es la agencia de innovación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, cuyo objetivo es la promoción de la innovación tecnológica en el ámbito empresarial. La misión del CDTI es conseguir que el tejido empresarial español genere y transforme el conocimiento científico-técnico en crecimiento globalmente competitivo, sostenible e inclusivo. En 2024, en el marco de un nuevo plan estratégico, el CDTI proporcionó más de 2.300 millones de euros de apoyo a empresas y startups españolas.
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