Juan R. J. Sonlleva, CEO de Axertia: “El papel del CDTI Innovación y los fondos FEDER permiten que las pymes tecnológicas podamos transformar conocimiento en innovación real”
El último proyecto de la empresa Axertia —el desarrollo de un robot humanoide multipropósito para la construcción, apoyado por el CDTI Innovación y cofinanciado con fondos europeos FEDER— simboliza la ambición tecnológica y el compromiso ético de una compañía que quiere situar la ingeniería española en la vanguardia de la industria 4.0. Hablamos con su fundador y CEO, Juan R. J. Sonlleva, sobre innovación, colaboraciones estratégicas y el papel transformador de la I+D en el tejido productivo
El origen de Axertia, localizada en Segovia (Castilla y León), se remonta a una trayectoria personal marcada por la curiosidad tecnológica y el impulso emprendedor. Su fundador y CEO, Juan R. J. Sonlleva, comenzó programando a los 13 años en un ordenador Amstrad CPC464, sin imaginar que aquella afición derivaría, décadas después, en una compañía en inteligencia artificial, automatización y robótica aplicada.
“No provengo de una familia de empresarios pero siempre tuve claro que quería crear mis propias soluciones y tener la libertad de innovar sin límites”, recuerda. Tras dirigir durante años el departamento de informática de una empresa del sector de la alimentación animal, decidió dar el paso y fundar su propia empresa, junto con sus socios Juan Luis Ferri y Daniel M.M. con un objetivo claro: desarrollar tecnología útil, escalable y transformadora.
Hoy, con un equipo de 29 profesionales, casi la mitad dedicados al área de I+D, Axertia se ha consolidado como una referencia en el desarrollo de soluciones basadas en IA, sistemas de automatización avanzada y análisis inteligente de datos. Su producto estrella, Acta Digital, es una suite tecnológica que permite la grabación automática, gestión y análisis inteligente de sesiones plenarias y de gobierno en ayuntamientos y diputaciones, combinado captura audiovisual, gestión documental y procesamiento semántico avanzado.
Además de sus soluciones de gestión documental, Axertia desarrolla herramientas de inteligencia empresarial y automatización industrial adaptadas a medianas empresas, con el objetivo de optimizar la toma de decisiones y mejorar la productividad. Esta orientación tecnológica ha impulsado la expansión de la compañía hacia nuevos mercados en Europa y el norte de África, y la ha situado en el epicentro de un proceso de transformación que combina la ingeniería creativa española con la precisión tecnológica asiática.
“Nuestro crecimiento se basa en la investigación constante. Destinamos tradicionalmente un 25% de la facturación a I+D+i, pero en 2025 hemos dado un paso más: casi la mitad de nuestros recursos se han orientado al desarrollo de un robot humanoide multipropósito para la construcción”, explica Sonlleva. Este ambicioso proyecto, apoyado por el CDTI Innovación y cofinanciado con los fondos europeos FEDER a través de programa Cervera, marca un antes y un después en la historia de la empresa.
Un robot humanoide al servicio de la construcción
El proyecto basado en el diseño y fabricación de un robot humanoide multipropósito para la construcción persigue desarrollar un sistema robótico capaz de ejecutar tareas de alto valor añadido en un sector que afronta un grave déficit de mano de obra cualificada. “Solo en España, faltan más de medio millón de trabajadores especializados en construcción. Nuestro robot puede ayudar a cubrir ese vacío y, al mismo tiempo, preservar oficios y técnicas tradicionales que hoy corren el riesgo de desaparecer”, explica.
El robot de Axertia se apoya en el ecosistema tecnológico de NVIDIA, que permite entrenar su comportamiento en entornos simulados mediante técnicas de aprendizaje por refuerzo. Esta aproximación reduce los costes de puesta en marcha y acelera el proceso de aprendizaje del sistema. Además, la compañía está desarrollando un bus cognitivo propio, inspirado en la estructura funcional del cerebro humano, que permitirá al robot tomar decisiones autónomas ajustadas a valores y contextos definidos por el programador.
“Queremos que nuestros robots sean útiles, obedientes y éticamente controlables. Su comportamiento debe responder a un equilibrio entre productividad y seguridad, manteniendo siempre límites medibles y verificables”, subraya Sonlleva. Esta arquitectura cognitiva constituye uno de los principales diferenciadores del proyecto, que aspira a establecer un nuevo paradigma en la automatización del sector constructivo.
Eficiencia, seguridad y sostenibilidad
Los beneficios del robot humanoide desarrollado por Axertia son múltiples. Desde el punto de vista operativo, permitirá asumir tareas peligrosas, repetitivas o de alta exigencia física, liberando a los operarios humanos para funciones de supervisión, diseño o control técnico. Además, los robots podrán coordinarse desde la nube en equipos o peonadas digitales con órdenes de trabajo específicas, garantizando productividad inmediata en obras y proyectos.
Otro aspecto clave es su capacidad de evaluar la calidad de los trabajos realizados, tanto de otros robots como de empleados humanos, y detectar riesgos laborales de forma preventiva mediante visión artificial y sensores ambientales. “Estamos convencidos de que esta tecnología transformará la forma en que se conciben las obras. No se trata de sustituir personas, sino de crear entornos más seguros, eficientes y sostenibles”, añade.
La colaboración con el centro tecnológico EureCAT y la Universidad de Valladolid refuerza la solidez técnica del proyecto. EureCAT desarrolla el sistema de visión artificial y el módulo de interpretación de órdenes de trabajo, mientras que la universidad trabaja en la validación y fiabilidad del sistema sensorial. “Esta sinergia entre un centro tecnológico y una universidad pública es fundamental para garantizar rigor científico y transferencia real de conocimiento al sector”, destaca el CEO.
Robotización con propósito humano
Una de las cuestiones más debatidas en torno a la automatización es su impacto en el empleo. Para Sonlleva, la clave está en el enfoque: “Un robot no sustituye a un trabajador, sino que le asiste. Por cada robot operativo se necesitan ingenieros, analistas, técnicos de apoyo y operadores humanos que enseñen, mantengan y supervisen su comportamiento”. Desde esta perspectiva, la robotización se convierte en una herramienta para crear empleo cualificado y aumentar la competitividad de las empresas.
Además, Axertia subraya el papel de la tecnología en la inclusión social y laboral. “La robótica puede facilitar la incorporación de mujeres y personas con discapacidad al sector de la construcción, reduciendo las exigencias físicas y trasladando el foco hacia la supervisión, el control y la gestión tecnológica de los procesos”, apunta Sonlleva. Este enfoque se alinea con los valores de igualdad, accesibilidad y diversidad que la compañía promueve desde sus inicios.

Oficinas de Axertia
Ética y tecnología: construir la brújula moral de la IA
Más allá de los retos técnicos, el proyecto aborda un desafío de enorme calado: el desarrollo de marcos éticos y cognitivos para la toma de decisiones autónomas. “Los robots del futuro necesitarán brújulas morales. El modo en que dotemos de criterio ético a las máquinas determinará la sociedad que queremos construir”, afirma.
Para ello, Axertia colabora con filósofos, teólogos y expertos en neurociencia, con el objetivo de traducir principios humanos en modelos de IA modulares y transparentes. “No queremos cajas negras, sino sistemas comprensibles y verificables. Europa debe tener voz propia en este ámbito y no delegar la ética de sus máquinas en otras culturas”, subraya.
Este enfoque interdisciplinar constituye uno de los pilares más innovadores del proyecto, que combina ingeniería avanzada, reflexión filosófica y responsabilidad social. “Nuestro objetivo es que los robots puedan tomar decisiones autónomas sin perder de vista la dimensión humana de la tecnología”, explica Sonlleva.
Colaboración internacional y aprendizaje mutuo
La relación de Axertia con Corea del Sur ha sido decisiva en la evolución de su modelo tecnológico. “Compartimos con este país una visión muy similar del trabajo y del negocio: exigencia, claridad y cumplimiento. Ellos aportan excelencia en robótica y automatización; nosotros, creatividad e ingeniería aplicada”, comenta.
Esa colaboración ha permitido a la empresa mejorar la planificación de los proyectos de I+D, optimizar sus procesos internos y fortalecer su red de alianzas estratégicas. “El equilibrio entre la precisión coreana y la creatividad española nos ha dado una ventaja competitiva única. Queremos seguir estrechando lazos con Asia y atraer inversión hacia Europa”, añade el directivo.
El valor del apoyo público a la innovación
El impulso recibido a través del CDTI Innovación y los fondos FEDER ha sido clave para hacer posible este proyecto de alto riesgo tecnológico. “Sin este apoyo, no habría sido posible. Nos permitió constituir un equipo propio de I+D, adquirir herramientas avanzadas de simulación y alcanzar en un año lo que de otro modo habría llevado varios ejercicios”, reconoce Sonlleva.
Gracias a esta financiación, Axertia ha multiplicado su productividad, acelerado el desarrollo y despertado el interés de inversores nacionales e internacionales, especialmente en Asia. “Este tipo de programas públicos son esenciales para reducir la brecha entre la idea y el mercado. Permiten que las pymes tecnológicas podamos transformar conocimiento en innovación real”, añade.
El CEO subraya, además, el valor estructural que este tipo de apoyo tiene para el ecosistema español: “Mientras en otros países la I+D+i forma parte natural de la cultura inversora, en España aún cuesta encontrar financiación privada para proyectos cuyo retorno se mide en conocimiento o propiedad intelectual. Por eso, el papel del CDTI y de los fondos europeos es tan relevante: ayudan a construir un tejido tecnológico sólido y sostenible”.
Ambición tecnológica de cara al futuro
El horizonte de Axertia es ambicioso y realista a la vez. A medio plazo, la compañía espera que varios centenares de robots humanoides desarrollados internamente estén operativos en entornos reales, demostrando su eficacia y rentabilidad. “Queremos evidenciar que este tipo de soluciones pueden revitalizar el mercado de la vivienda, tanto en nueva construcción como en rehabilitación, y contribuir a la sostenibilidad del sector”, señala Sonlleva.
El objetivo final es consolidarse como una empresa europea de referencia en robótica aplicada a la construcción, con presencia estable en Asia y Europa, y un modelo empresarial basado en la innovación responsable. “No perseguimos ser un unicornio, sino una compañía sólida, construida con tesón, esfuerzo y pasión. Creemos en la tecnología como motor de progreso y en la innovación como el mejor camino para generar empleo cualificado y valor social”, concluye.
CDTI Innovación
El Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, CDTI E.P.E. es una empresa pública dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, cuyo objetivo es la promoción de la innovación tecnológica en el ámbito empresarial. La misión del CDTI es conseguir que el tejido empresarial español genere y transforme el conocimiento científico-técnico en crecimiento globalmente competitivo, sostenible e inclusivo. En 2024, en el marco de un nuevo plan estratégico, el CDTI proporcionó más de 2.300 millones de euros de apoyo a empresas y startups españolas.
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