Jesús Huertas, coordinador de Calidad y Producción en MOVIALSA: “El respaldo del CDTI Innovación y los fondos FEDER resulta clave en un momento crucial para los recursos hídricos en el sector agrícola en Castilla-La Mancha”
La empresa manchega MOVIALSA, con más de cuatro décadas de trayectoria vitivinícola, da un paso decisivo hacia la eficiencia hídrica en sus viñedos. Su nuevo sistema de ayuda a la toma de decisiones para optimizar el riego, desarrollado con el apoyo del CDTI Innovación y fondos europeos FEDER, marca una nueva etapa en su compromiso con la innovación y la sostenibilidad
La historia de MOVIALSA comienza mucho antes de su constitución formal en 1983. La familia Huertas desarrolló parte de su actividad desde el siglo XVIII, inicialmente vinculada a los característicos molinos de viento de La Mancha. Fueron uno de los principales propietarios privados de estos emblemáticos ingenios. Sin embargo, la revolución industrial y la entrada masiva de cereal procedente de América provocaron un declive de aquella actividad tradicional. Lejos de quedarse atrás, la familia decidió reinventarse. La sexta generación adquirió la propiedad conocida como “La Casa Grande”, donde iniciaron sus primeras elaboraciones de vino, convirtiéndose así en productores en la zona.
El cambio de siglo XIX al XX trajo un importante auge del sector vitivinícola en España, un contexto que la familia supo aprovechar para ampliar su patrimonio agrícola con grandes viñedos como “Monte Don Lucio” y “La Blanca”. Esta visión estratégica permitió consolidar un legado que, durante las décadas de los 80 y 90, se profesionalizó con la creación del Grupo Empresarial Huertas, germen de la actual MOVIALSA.
Hoy la compañía cuenta con 135 trabajadores —de los cuales 10 pertenecen al departamento de I+D— y una estructura empresarial que combina tradición vitivinícola y tecnología aplicada al sector agroalimentario. Sus líneas de negocio incluyen la venta de vinos, mostos, alcoholes, derivados vínicos, bioabonos, aceite de orujo y producción hortícola. Un modelo diversificado que refuerza su resiliencia y que ha permitido a la empresa consolidarse tanto en el mercado nacional como internacional: cerca del 32% de sus ventas totales provienen de exportaciones, porcentaje que supera el 54% si se consideran únicamente sus actividades tradicionales.
La compañía exporta a mercados de gran exigencia técnica, como Alemania, Francia e Italia, atendiendo a clientes líderes en sus sectores. “Gracias al respaldo del CDTI Innovación hemos podido desarrollar nuevos productos de alto valor añadido mediante la revalorización de subproductos”, destaca Jesús Huertas Castellanos, ingeniero químico y coordinador de Calidad y Producción de la empresa. Esto les ha abierto las puertas a mercados como Asia y América, donde la demanda por soluciones sostenibles es creciente.
Transformar la gestión hídrica del viñedo
En este contexto de diversificación, internacionalización e inversión continua en conocimiento, MOVIALSA avanza ahora con un proyecto considerado estratégico por la compañía: el desarrollo, validación y puesta en marcha de una herramienta digital de apoyo a la toma de decisiones (DSS) para optimizar el agua de riego en viñedos. Una iniciativa que nace de una necesidad real y urgente: incrementar la eficiencia hídrica en un territorio semiárido como La Mancha, donde la agricultura convive con escenarios de escasez creciente.
Desde sus inicios, MOVIALSA ha integrado la sostenibilidad en su modelo de negocio. De hecho, destina entre un 3% y un 5% de su facturación anual a actividades de I+D, con proyectos orientados a la economía circular y a la mejora de la eficiencia productiva. Sin embargo, este proyecto supone un salto cualitativo en la digitalización agrícola.
“El presente proyecto nace de nuestra apuesta por optimizar el riego del viñedo mediante el desarrollo de una herramienta de apoyo a la toma de decisiones en colaboración con el Centro de Investigaciones sobre Desertificación”, explica Huertas. La colaboración con el CIDE-CSIC permite integrar conocimiento científico avanzado en una solución tecnológica fácilmente aplicable por los viticultores.
La herramienta se basa en un modelo matemático mecanicista que integra variables climáticas, edáficas y fisiológicas de la vid, combinadas con datos de vigor vegetativo obtenidos mediante teledetección vía satélite. Este enfoque multidisciplinar —que aúna metodologías agronómicas, tecnológicas y ambientales— permite diferenciar el riego en función de las prácticas de manejo del suelo, así como de las combinaciones de variedades y portainjertos. “Este enfoque constituye un avance significativo frente a los modelos más tradicionales, pues permite adaptar el riego a las características específicas de cada viñedo”, subraya Huertas.
Una viticultura más eficiente y resiliente
Uno de los beneficios más destacados del DSS es su capacidad para hacer recomendaciones personalizadas a lo largo de todo el ciclo fenológico del viñedo. Esto permitirá ajustar las dosis de riego en función del objetivo enológico y de la situación hídrica real, reduciendo el gasto energético asociado y optimizando los recursos disponibles.
Con este tipo de soluciones, MOVIALSA espera lograr un triple impacto. En primer lugar, un impacto ambiental: reducción de la huella hídrica, mejor adaptación al calentamiento global y disminución del estrés térmico e hídrico de la vid. En segundo lugar, un impacto económico: incremento de la productividad, mejora de la calidad del vino y optimización de los costes operativos. Y, en tercer lugar, un impacto social: una agricultura más preparada para afrontar episodios de sequía y un uso más responsable de un recurso que el propio Huertas considera “esencial para todos”.
Además, la empresa prevé que esta tecnología pueda escalarse a otros cultivos y regiones agrícolas con problemáticas hídricas similares. “Los principios que regulan la evapotranspiración en los cultivos son similares en cualquier región, y las tecnologías aplicadas para su determinación son de fácil acceso”, lo que permitiría adaptar el modelo con una adecuada calibración y validación.

Imágenes del trabajo de MOVIALSA en Castilla-La Mancha
Retos técnicos y científicos
La ambición del proyecto también conlleva importantes desafíos. La heterogeneidad de los viñedos es uno de los principales retos, ya que obliga a desarrollar sistemas de zonificación precisos. También requiere caracterizar adecuadamente las combinaciones de variedad y portainjerto para parametrizar el modelo de forma fiable. A ello se suma la necesidad de integrar imágenes satelitales de mayor resolución espacial y temporal para incluir el efecto de las cubiertas vegetales en la evapotranspiración.
La operatividad del modelo exige, además, trabajar con previsiones meteorológicas que permitan simular escenarios de riego futuros. Un conjunto de barreras técnicas que MOVIALSA afronta gracias, en palabras de Huertas, a la colaboración con el CIDE, “que aporta su conocimiento científico sobre el equilibrio hídrico en el suelo, la fisiología de la vid y técnicas de teledetección aplicadas al manejo del agua y el suelo”. La alianza entre ciencia básica y conocimiento aplicado constituye uno de los pilares del proyecto.
Un impulso estratégico en un momento decisivo
La contribución del CDTI Innovación y los fondos europeos FEDER ha sido determinante para poner en marcha esta iniciativa. “Este apoyo nos ha permitido activar con mayor determinación la inversión necesaria en este proyecto”, afirma Huertas. Este respaldo, sostiene, resulta clave “en un momento crucial para los recursos hídricos en el sector agrícola en Castilla-La Mancha”.
El impacto de esta financiación se extiende más allá de la empresa. Para Huertas, este tipo de ayudas “proporcionan facilidades a las empresas que quieran apostar por proyectos de I+D+i, todos ellos muy necesarios en la actualidad, más aún si están relacionados con el uso de recursos naturales esenciales”.
Jesús Huertas destaca también el efecto tractor de estos proyectos sobre la economía española, ya que promueven procesos productivos más eficientes, impulsan la innovación en sectores primarios y generan beneficios tangibles para la sociedad. En palabras de Huertas “es crucial que el CDTI Innovación y los fondos FEDER continúen apostando por proyectos que buscan optimizar el uso de recursos naturales que afectan a todos de manera directa”.
Gestión inteligente del agua
Más allá del impacto para MOVIALSA, el proyecto tiene una clara vocación de utilidad para el conjunto del sector vitícola y agrícola de la región. La APP desarrollada permitirá definir estrategias de riego basadas en datos reales del suelo, el estado fenológico de la planta y la meteorología, lo que puede beneficiar a cualquier agricultor que busque un uso más eficiente del agua.
Como señala Huertas, “esta APP puede ser muy útil para todos los agricultores que quieran hacer un uso más eficiente del agua, un pensamiento cada vez más extendido en nuestra tierra”. La apuesta por la digitalización agrícola es, en este sentido, una pieza clave para la sostenibilidad futura del campo.
MOVIALSA considera este proyecto como parte esencial de su estrategia a largo plazo, centrada en la reducción de la huella de carbono, la disminución del consumo de recursos naturales, la revalorización de residuos y un crecimiento económico sostenible y comprometido con su entorno.
El compromiso de la empresa con la sostenibilidad, la ciencia y la innovación demuestra que tradición y tecnología pueden avanzar juntas. En un contexto marcado por el reto del agua, MOVIALSA busca situarse a la vanguardia de la gestión inteligente del riego, con un proyecto que no solo mejorará su propia eficiencia, sino que contribuirá a un uso más responsable y racional de un recurso indispensable para el futuro del sector agrícola.
CDTI Innovación
El Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, CDTI E.P.E. es una empresa pública dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, cuyo objetivo es la promoción de la innovación tecnológica en el ámbito empresarial. La misión del CDTI es conseguir que el tejido empresarial español genere y transforme el conocimiento científico-técnico en crecimiento globalmente competitivo, sostenible e inclusivo. En 2024, en el marco de un nuevo plan estratégico, el CDTI proporcionó más de 2.300 millones de euros de apoyo a empresas y startups españolas.
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